Sí, una de las cosas que llenan mi corazón son las palabras escritas, no se si será por la fragilidad de mi memoria o porque desde niña mi mamá y mis abuelos me daban hermosas tarjetas escritas con sus mejores deseos para mi cumpleaños o navidad.
Hoy se extrañan esas cosas, las tarjetas se usan poco, las cartas escritas a mano y enviadas por correo ya casi no existen, y poco tiempo nos damos para escribir un mail de más de cinco o seis líneas, todo es breve, todo pasa por las redes sociales, pero de "tú a tú" va quedando poco, como pasa muchas veces con el conversar.
Pero a mi me siguen gustando las palabras escritas y a veces abro el cajón de los recuerdos y releo las tarjetas o las cartas que he guardado desde mi infancia, bellos recuerdos de esos días de inocencia, en que cada palabra me llenaba de alegría.
Y siguiendo la línea de la palabra escrita, también amo los libros, esos impresos y con olor a historia, eso que en cada hoja su textura te relata un mundo. Esos con una dedicatoria en la primera hoja, que los hace más míos aún, porque alguien pensó en mí al comprarlo.
Así que invito a todos a escribir, a no perder esa forma tan hermosa de hacer sentir especial al otro, porque cada palabras es un abrazo.
