Hace años que no escribía... por estos días estoy leyendo el libro "A vuelo de pájaro" de Marcela Serrano y me inpiró su idea de escribir un cuaderno buscando una delicia cada día.
Me quedaré con la parte de escribir algo cada día por lo que quiero dar gracias a Dios.
Cada día doy gracias en general por las cosas grandes y significativas, estar viva (mi psicóloga me desafía a detallar qué significa estar viva, qué agradezco en detalle), tener una familia tan hermosa (mi #familia4 compuesta de mi esposo y mis dos hijos), mi trabajo, mi hogar, mi iglesia, el ser amada incondicionalmente por un Padre que cada día me cuida: Dios.
Ahora cambiaré un poco el enfoque y daré gracias por los detalles... vamos a ver cuánto me dura el escribir un "gracias" cada día.
Por estos días me vuelven las ganas locas de comer cosas dulces, chocolates de esos grasientos y azucarados, pastillas y demás. Eso sólo puede significar una cosa: va a llegar mi menstruación, el ciclo mensual que me indica que aun estoy en edad de concebir (aunque ya cerramos la fábrica) y que mi útero está sano y funcionando.
Hoy doy gracias por mi útero, que anidó a mis dos hijos y hoy sigue creando casitas mensualmente y eliminándolas cuando se da cuenta que no las vamos a usar.
Ser mujer es difícil, pero parir dos hijos es mi orgullo.