viernes, 27 de abril de 2012

Primero tu sanidad...

Muchas veces leí este versículo sin ver algo muy interesante...
"3 »¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo? 4¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame sacarte la astilla del ojo" , cuando ahí tienes una viga en el tuyo?5¡*Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano." (Mateo 7:3-5)
El tema no pasa sólo por no criticar al resto cuando nosotros pasamos cometiendo otros errores, una costumbre muy anclada en nosotros...
Hay algo muy importante, mientras permanecemos en nuestros errores, pecados, nuestra vista esta nublada para ayudar a otros. Cuando, por ejemplo, nuestro corazón está dolido y lleno de odio,podemos instar a otros a odiar sin tener plena conciencia de ellos, porque nuestro dolor nos mueve.
Por eso, es fundamental sanar nuestras heridas y arrepentirnos de nuestras faltas, antes de ir en ayuda de otros.
Si bien el proceso de sanidad puede durar toda una vida, una vez que tomamos la decisión de dejar ser sanados por Dios, Él comienza a usarnos para apoyar a otros... no nos perdamos esta oportunidad...

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